Elías Romero Laguardia

Nace en Viniegra de Abajo hacia 1833 y muere en Buenos Aires el 17 de agosto de 1899. Como ocurría habitualmente entre los primeros emigrantes transoceánicos serranos, su partida a América (hacia 1850) fue el segundo jalón en un proceso migratorio empezado en épocas tempranas, cuando se instala como aprendiz de comercio en la extremeña casa “Los nogales” de Mérida. Una vez asentado como empleado de comercio en Buenos Aires, acabará fundando en sociedad con el también viniegrés Patricio Gutiérrez, la tienda San Miguel, que se ubicó inicialmente en la calle de la Victoria  (hoy Hipólito Yrigoyen) entre Piedras y Chacabuco. Después de 1871, tras independizarse de su socio, se trasladará a la esquina de las calles Suipacha y Piedad, actual Bartolomé Mitre.

La tienda San Miguel, cuya fachada recuerda a los grandes almacenes parisinos de la época, introdujo en Buenos Aires la moda europea, en especial la francesa. La empresa ejerció una notable función de arrastre entre sus paisanos. Un considerable número de emigrados de Viniegra de Abajo en la capital porteña se formaron como dependientes de comercio en la empresa de Elías Romero. La prensa riojana reseñaba la periódica presencia en su pueblo natal de representantes de la tienda, aprovechando sus frecuentes traslados a la capital francesa para llevar a Buenos Aires todo tipo de productos suntuarios. Aunque ya hace tiempo que desapareció su actividad comercial, el edificio de la tienda, actual palacete de San Miguel, permanece como testimonio del esplendor de otras épocas, albergando en su interior sus ricos revestimientos de mármol y vidrieras.

Elías Romero contribuyó a impulsar la emigración de los habitantes del alto Najerilla. Su proyecto empresarial ayudó a los emigrantes serranos que se iban instalando en la capital porteña. Incorporó a su empresa prácticas de participación, a caballo entre la filantropía patronal y las concepciones sociales utópicas de principios del siglo XIX. Los dependientes de la tienda San Miguel percibían un porcentaje de los beneficios obtenidos con sus ventas, que podía llegar hasta el 80%, en función de la categoría laboral que se ocupara en la empresa. Para garantizar la igualdad de oportunidades en el sistema de ascensos, todos los trabajadores rotaban periódicamente por las diferentes categorías laborales. En contraposición a estas ventajas, los empleados no podían permanecer en la empresa más de veinte años, una medida que se justificaba en la necesidad de ayudar a los emigrantes procedentes de las Siete Villas, pero que en realidad escondía la práctica de prescindir de los empleados de más de cuarenta años. Conscientes de esta circunstancia, y en un país que carecía de leyes de protección social, los empleados ahorraban hasta el límite de sus posibilidades para intentar establecerse por su cuenta.

La proyección humana de Elías Romero entre los emigrantes riojanos de la ciudad porteña se manifestó en otras muchas actividades. Fue el impulsor de la Sala Española de Comercio, germen de la Sociedad Española de Beneficencia (Hospital Español), de la que fue presidente a finales del siglo pasado. Donó también los terrenos para la construcción del Hogar Español de Temperley en Lomas de Zamora y fundó el Sanatorio antituberculoso de Santa María en la localidad de Bialet Masse. Su obra filantrópica se extendió también a su localidad natal impulsando la creación en Buenos Aires de la “Asociación Protectora de Viniegra de Abajo” que tanto contribuyó a mejorar las infraestructuras básicas de esta localidad serrana.

Elias Romero, con 600 libras esterlinas de la época, fue el principal donante para la construcción de la primera carretera que une Viniegra de Abajo con el Puente del río Neila. Esto sucedió en 1900, pues hasta entonces el único acceso era a través del “camino de la herradura”, cuyos vestigios todavía se ven.

De la tienda San Miguel, al Palacio San Miguel

Inaugurado en un formato de gran tienda por el viniegrés Elías Romero, este edificio es un emblema porteño, y se construyó en el casco fundacional de la ciudad, mucho antes de que existiera la Avenida de Mayo. La belleza del edificio, sumado al servicio le valió la distinción en una prestigiosa publicación británica de figurar en la lista de las tiendas más importantes de Sudamérica.

Si bien la tienda ya contaba su esplendor de época, en 1920 vive su primera gran puesta en valor y una ampliación de la mano del arquitecto José Julián García Núñez, que lo eleva a la condición de Palacio. Semiolvidado, estuvo a punto de ser demolido en 1976, hasta que en los 80 fue comprado por el grupo que hoy lo gestiona.

Las grandes producciones querían filmar sus películas allí, ya que el espacio remite al Art Nouveau parisino con toques renacentistas italianos. Así fue como se rodó “Gombrowicz o la seducción” (Alberto Fischerman, 1985) y “Sinfín” de Christian Pauls.

Con el mayor agradecimiento al Dr. Miguel Zapater Cornejo, cuyo estudio de investigación sobre la Asociación Protectora de Viniegra de Abajo ha sido el germen de esta inicativa.

 

Fuentes documentales:

  • Pedro A Gurria García y Mercedes Lázaro Ruiz – Instituto de Estudios Riojanos.
  • Miguel Zapater Cornejo – Miembro de la Sociedad Española de Historia de la Educación. IER.
  • Revista el Najerilla.
  • Balance y memorias de la Asociación Protectora de Viniegra de Abajo.
  • Instituto de Estudios Riojanos.
  • Palacio San Miguel de Buenos Aires.