Los accesos a Viniegra erán “tan malos” que el perito Francisco Bañuls, encargado de realizar la valorización del municipio a efectos de tributación, en 1885 decía:
“Saliendo de Logroño puede viajarse por carretera hasta el puente de Río Neila: en aquel punto hay que montar en caballería y atravesar un camino tan malo que al pasarlo no hay quien deje de encomendarse a Dios”
El relato de Francisco Bañuls es emocionante, lo publica años más tarde el Najerilla y deja constancia del mal estado de la mayoría de las casas, de las cuales solo se salvan un puñado que destacan sobre las demás. Sin embargo habla emocionado de sus gentes y muestra su gratitud por el trato recibido.
Nicanor Villar fue donante y perteneció a la comisión encargada de gestionar y recabar fondos para la construcción de la carretera. En 1926 el boletín de la Asociación Protectora de Viniegra de Abajo describe una relación de donativos efectuados por los hijos de la villa desde 1843, destacando la obra de la carretera y la del puente del Río Neila llevadas a cabo entorno a 1901.
“Esta obra, es la más importante y la que ha reportado más utilidad al pueblo. La construcción de sus tres kilómetros, ascendió a unas noventamil pesetas aportadas por suscripción y unas cinco mil pesetas aportadas por el Ayuntamiento. El donativo más importante es el de Dn. Elías Romero de seiscientas libras esterlinas, también merece encarecimiento las donaciones y el desempeño de los cargos en la comisión para recabar fondos y en la administración durante la construcción, por los señores Gabriel Pérez Viniegra, Manuel Bernaldez, Manuel Gómez, Juan Martínez, Serafín Bernaldez, León Moreno, Domingo Sangrador, Nicanor Villar, Juan José Moreno, Pedro Montero y Pedro Bernaldez.”
“La suscripción para el puente del Río Neila iniciada por el 1900 con 3.500 pesetas ha llegado con los interes producidos a unas treinta mil pesetas, estos fondos estuvieron depositados en Logroño a un interés del tres por ciento, después para aumentar su producto el señor Sangrador las colocó en Buenos Aires a un interés más conveniente”
Esta carretera estuvo operativa hasta 1932 en que se hizo la carretera nueva por el Ministerio de Obras Públicas. En ese periodo se contruyeron el puente nuevo y el puente del Río Neila, cuyo estado de deterioro era tal, que suponía un serio peligro transitar por él. También el “puente canto” se encontraba muy deteriorado.
Nicanor contrajo matrimonio con Felipa Matute Sánchez, nacida el 3 de mayo de 1881, en Viniegra de Abajo. Nicanor retornó a España en el verano de 1906, falleciendo en Logroño el 3 de octubre de 1911. De este matrimonio nacieron, Milagros, Mª del Carmen, Josefina, Rufino, que estudió medicina y Ángel, que estudió derecho. Este último había nacido en Viniegra el 2 de marzo de 1904. Ángel tuvo como madre de leche a Cecilia Hernando de Peña, natural de Quintanar (Burgos). No hay constancia del lugar y fecha de nacimiento de los demás. Aunque su esposa Felipa estuvo con él en Buenos Aires y pudieron nacer allá.
Los miembros de esta familia estuvieron siempre muy unidos a Viniegra. Las familias viajaban con frecuencia juntas, de Logroño a Viniegra y a la inversa, lo que pudo influir también en que Felipa llevase una vida social muy activa.
En su origen la casa vestia un estucado blanco con filigranas bajo balcones, que le otorgaban un aspecto más colonial. Con el tempo, y siguiendo las tendencias más identitarias sufrió modificados en la fachada que le otorgan este aspecto serrano.
Este edificio en la actualidad esta más asociado a la familia Orueta. José Luis Orueta que era botánico, se encargaba del jardín botánico de la familia Sangrador, por cuyo motivo visitaba Viniegra con frecuencia y después se casó con Milagros Villar.